Como cada temporada, ponerse a trabajar en el diseño de un programa que incluya actividades variopintas vinculadas al ocio, cultura y deporte debe de ser todo un reto para sus programadores, con el norte puesto en satisfacer las expectativas y atender las demandas de sus destinatarios finales.

Reinventarse cada temporada (darle una vuelta, que tanto se emplea ahora) no tiene que ser fácil cuando se llevan tantas temporadas desarrollando acciones de esta naturaleza, y pensadas para completar el aprendizaje personal y la inclusión en comunidad de las personas con discapacidad intelectual (en el caso que nos ocupa).

El área de Ocio, Cultura y Deporte de Aspanias ya ha puesto sobre la mesa su nueva programación que ha echado a rodar este mes y que seguirá girando hasta julio que viene. Hay de todo, como en una buena botica.

Casi 300 personas se han apuntado a alguna de las 25 acciones que han programo los técnicos de esta área. Actividades, que con su puesta en marcha, activan distintos escenarios internos y externos como canchas deportivas, escenarios teatrales, viajes por carretera, pistas de baile, aulas formativas. Escenarios donde se moverán los protagonistas para mostrar y compartir su aprendizaje y talento. Talentos que se nutrirán de ilusiones, deseos, aspiraciones, colegas y nuevos amigos. Si lo pensamos, cada acción que se programa encierra el potencial de ir activando todos estos anillos. Y muchos otros.

Supongo que cada solicitud que se presenta para reservar plaza contiene algo que no se registra expresamente, y que es las ganas de aprender, hacer cosas y hacerlas bien que inspira a cada solicitante.