Hace más de una década que la imaginación de las personas con discapacidad intelectual no deja de crecer. Cada año se pone de manifiesto con motivo del concurso de tarjetas navideñas que les invita a dar rienda suelta a su imaginación y plasmarla en una cartulina de pequeñas o medianas dimensiones, y transformarla en postal navideña.

En este proceso no están solos. A pie de mesa se encuentran las personas que les prestan apoyo o les sirven de referencia en su vida diaria. Un tándem que en el caso que nos ocupa (el Concurso de tarjetas navideñas “Los dinosaurios y la Navidad”) está dando muy buenos resultados todos estos años.

Por eso, la entrada de esta semana (por poner un nombre a esta pieza del boletín) quiere acordarse, agradecer y felicitar a las personas (trabajadores y trabajadoras) que cada año motivan y animan a los usuarios de sus entidades a participar en el concurso. El resultado una fiesta de color, formas e imaginación.

Las entidades organizadoras del concurso son conscientes de que después de 12 años seguir alimentando la imaginación es un todo un reto.

Y, aun así, cada año, desde hace 12, siempre hay navidades que pintar con un dinosaurio dentro de ellas. Este año el dinosaurio o bien tira del trineo cargado de regalos o encabeza la comitiva camino del portal de belén ayudado por un andador o protege el portal desde una cornisa del nacimiento. Así pintan los dibujos ganadores del concurso de este año, que dentro se transformarán en tarjetas navideñas. Tarjetas con las que felicitarán las fiestas las fundaciones Dinosaurios y Aspanias Burgos.

Gracias a todos y todas por participar. Y a los ganadores, ¡enhorabuena!