Juntos somos más
Hoy opina... Mayka Montes
Cambios y procesos de mejora.

Partimos del concepto de Atención integral centrada en la persona, donde los servicios, programas y recursos deben diseñarse como un conjunto de apoyos para incrementar el bienestar de las personas, y favorecer la continuidad de su proyecto de vida.
Lo pirmero que me surge, son dudas, dudas de cómo abordar este proceso de cambio, y por eso me hago preguntas, entre ellas ¿Cuáles son las grandes preguntas a la hora de mejorar la Calidad de Vida de las personas con capacidades diversas y sus familias?; ¿Cuál es el rol de profesional?; ¿Cuál es el papel de los centros?; ¿La Calidad de vida es un derecho, Un anhelo? O ¿Cómo es el paso de expertos a facilitadores/personas de referencia?...
En mi opinión responder a estas preguntas nos da la posibilidad de marcarnos objetivos en el proceso, y así surgen el cambiar la organización del Grupo Aspanias-Aspodemi-Asamimer para adaptarnos a un modelo centrado en la persona; desarrollar un enfoque de atención donde la persona, desde su autodeterminación en relación a su calidad de vida, es el eje central de las intervenciones profesionales y por último aplicar una metodología PCP que facilita la intervención personalizada y orientada a la persona.
Cada organización es única, por lo tanto los cambios se tienen que adaptar a cada realidad. Lo primero que se tiene que producir es un cambio en la cultura asistencial. Hasta hace bien poco, nos hemos visto reflejados en un modelo de atención clásico basado en la institución, y para que se produzca esta transformación son necesarios muchos cambios:
  • Cambio en la actitud y rol de los profesionales
  • Ofrecer actividades terapeúticas significativas para las personas
  • Proporcionar un ambiente físico agradable, accesible y significativo
  • La participación de la persona y de la familia en su plan individual de apoyos en el marco de una organización flexible y participativa.
La transformación nos lleva a redefinir los centros, servicios, y apoyos del Grupo, así como la definición de competencias y funciones de los profesionales, que requerirán de formación, a medida que vayamos avanzando en la implantación.
La transformación y el cambio necesarios deberán estar alineados con los objetivos perseguidos y se corresponderán estratégicamente con los programas de intervención.
El proceso ha de ser secuenciado, realizable y posibilista. Los cambios más profundos comienzan siempre con propuestas sencillas imposibles.
Finalmente si apostamos por un cambio real de Modelo, este requiere de fondo y de partida de un cambio cultural irreversible. Para ello, el esfuerzo y el compromiso en el tiempo pondrán en valor aquel principio irreversible de “La atención centrada en la personas no es un destino, sino un viaje sin fin".