Reunir a todas las personas que hacen día a día que las cosas marchen; propiciar el encuentro entre personas en un ambiente distendido; recordar a los que ya no están; compartir mesa y mantel en torno a un menú diferente; arrancarse con un bailecito al ritmo de música de orquesta; asistir a una sesión de musicoterapia; echar una parrafada en el patio al sol de la media tarde, o entregar un regalo a los invitados son actividades consustanciales a la celebración de un día de familias. O como más le gusta decir a la directora de la residencia de mayores Río Arlanza de Salas de los Infantes (Burgos), un encuentro familiar.

Esther Castrillo está encantada del discurrir del encuentro de este año ("un éxito en participación"), el tercero desde que Aspaniasmerc2016 SLU tomara las riendas de esta residencia hace tres años.

El pasado 26 de mayo, la dirección del centro logró reunir en torno al encuentro familiar a "unas 180 personas" entre personal trabajador, residentes y familiares, proveedores, amigos y directivos de Aspanias. "Quiero dar las gracias a todos por el granito de arena que ponemos para que la cuenta del cariño siempre esté en números positivos. También, quisiera lanzar un beso muy fuerte a todas las personas que se nos han ido. Su recuerdo estará con nosotros", dijo en su saluda Fuensanta Carrillo (de la Fundación Aspanias Burgos). Participó también Juan Antonio Mamolar (de la Junta Directiva de la asociación), y el gerente del grupo de entidades de Aspanias (asociación y fundaciones), José María Ibáñez.

Las personas voluntarias -que colaboran en distintas tareas de cocina o de gestión de trámites administrativos externos con la residencia- también acudieron a la cita. Allí estuvieron Marisa Serrano, Bernardo Hoyuelos y Carmen Nebreda, tres personas mayores, vecinos de la comarca, que echan una mano en diversos asuntos en sus ratos libres. La fiel Orquesta Maravillas puso la música al día.

El acto se engalanó para la ocasión con el "jardín y la recepción decorados con plantas" y con la palabra "gracias" que fue sonando de boca en boca en este encuentro familiar.

Después de este día grande, la residencia Río Arlanza tiene aún actividades que celebrar hasta el 8 de junio. Dentro y fuera del centro se han previsto sesiones de cine, talleres de cocina visita a museos y asistencia a conciertos.