Juntos somos más
¡Por fin es viernes!

Por fin es viernes. Día previo al fin de semana, un fin de semana que, en el caso de nuestra ciudad de Burgos, servirá para poner el punto final a las fiestas de San Pedro y San Pablo 2018. Una suerte de liberación para algunas personas, un punto de tristeza para otras y, el inicio de un nuevo ciclo para las más animadas. Pero en todo caso, para todas ellas, ¡por fin es viernes!

Y es que no nos engañemos. La vida son secuencias de vivencias y experiencias, minutos, horas, días, semanas y meses. Y todas pasan. Y quizá, lo que diferencian unas de otras, todas ellas irrepetibles y fugaces, es cómo estas sean vividas, enfrentadas, y, por qué no, sentidas.

Se dice que el verano invita a la reflexión, pues hay más tiempo para todo. O no. Vaya usted a saber. Pero lo que sí que es verdad, es que el verano, como también lo es la primavera, el otoño o el invierno es un buen momento para compartir tiempo con quienes queremos compartirlo. Así como un momento óptimo para luchar por lo que creemos. Y, claro está, es la mejor ocasión para decirles a quienes nos rodean aquello que a buen seguro a nosotros nos ayudará a sentirnos mejor y hacernos un poco más felices, como también a ellos.

Y dicho esto, entremos en harina. Tomamos una idea de la última frase del párrafo anterior, y al lío. Lo que nos rodea es lo que nos hace únicos, nos configura y nos da forma como personas. Influye, aunque no determina plenamente, pues al final ninguna persona somos exactamente igual a otra, pese a que lo que nos rodea sea lo mismo.

Y es esto mismo lo que Plena inclusión, nuestra Confederación, ha hecho en su posicionamiento público esta semana. Una comunicación a cuenta de la nueva actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades ICD-11 (herramienta de referencia para las profesionales de la salud y que marca los criterios comunes de diagnóstico clínico de enfermedades en todo el mundo), elaborado por la OMS. Plena inclusión dice que pueden buscarse nuevos nombres o modificarse los conceptos para el diagnóstico clínico, ya que el ICD – 11 (CIE-11 en español) ahora hablaría de trastornos del desarrollo intelectual, pero nosotros, las gentes de Plena inclusión, seguimos prefiriendo discapacidad intelectual. Persona con discapacidad intelectual o del desarrollo.

Y por qué, pues porque la discapacidad intelectual es algo más que el hecho biológico que marca su diagnóstico. La discapacidad, y así también lo reconoce la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad (2006) y, por ende, nuestro ordenamiento jurídico, es algo más que el mero déficit personal. La discapacidad surge de la interacción de la persona con su entorno. Así, la relación entre entornos no adaptados a las múltiples diversidades y las propias características personales, dan como resultado la discapacidad. A que una persona sea una persona con discapacidad.

Por ello, si seguimos trabajando sobre aquello que nos rodea y que es también parte de nuestro ser, estaremos abriendo nuevas oportunidades para todas las personas. Nadie está determinado por lo que nos rodea, aunque bien es cierto que esto nos condiciona y mucho. Por ello, está en nuestras manos, cambiar y tratar de cambiar lo que nos rodea e imposibilita vivir plenamente.

¡Por fin es viernes! Así que, buen fin de semana.


Texto adaptado

hoy es viernes y paramos un momento a reflexionar.
La Organización Mundial de la Salud, la OMS, es la encargada de clasificar las enfermedades en el mundo.
Esta organización ahora habla de trastornos del desarrollo intelectual.
Plena inclusión ha dicho que prefiere el término discapacidad intelectual.
Cree que discapacidad intelectual define más a las personas que a la enfermedad.
Aspanias, Aspodemi y Asamimer están de acuerdo con Plena inclusión y apoyan su postura.