A la programación por antonomasia de los veranos de Aspanias, conocida coloquialmente en la organización como “los turnos de verano”, hay que sumar otra de ocio y tiempo libre que se circunscribe al mes de julio, que este año ha consistido en tres actividades en el entorno urbano y una cuarta con una excursión a la playa.

El destino playero de este año ha sido Gorliz, un municipio de la provincia de Bizkaia, a 187 kilómetros de la ciudad de Burgos, ubicado en ese remolino del Cantábrico que es el golfo de Bizkaia.

Hacia allá viajó -el sábado 21 de julio- un nutrido grupo de excursionistas, usuarios de Aspanias, con ganas de darse un chapuzón en el mar, caminar por su playa y hacer pequeñas visitas a lugares próximos. Como a Bilbao, al Museo Guggenheim, donde tuvieron la ocasión de hacerse unas cuantas selfis (autofotos) individuales o en grupo.

“Es la primera vez que voy a la playa de Gorliz y me gustó mucho; es muy grande. Jugamos a las palas y al voleibol con los monitores. Lo que me más me gustó fue ver el Guggenheim y el casco antiguo de Bilbao”, comenta Aliona Benito (usuaria del centro formación Puentesaúco).

Por su parte, Roberto Muñoa (del centro ocupacional de Quintanadueñas) dice que “le gustaría repetir la próxima vez que hagamos una excursión a la playa. Me lo pasé muy bien, y aunque hacía mucho calor jugamos a la petanca con los monitores”.

A Aliona y Roberto (que viven en la residencia de Puentesaúco) les gustó también poder compartir el día con compañeros de otras residencias de Aspanias.

Con los excursionistas viajaron voluntarios del Área de Ocio, Cultura y Deporte de la asociación, como es el caso de Pedro Javier Díaz, 19 años, estudiante de Grado en Maestro de Educación Primaria en la Universidad de Burgos. Pedro Javier apenas lleva un año de voluntario en Aspanias, y esta ha sido su primera excursión a la playa con un grupo de personas con discapacidad intelectual. “Ha sido una experiencia positiva, y la verdad es que no ha cambiado mucho a lo que suelo hacer con mi familia cuando vamos a la playa”, comenta. “Para mí ha sido como un día más”, añade, y la accesibilidad de la playa es “buena”.

Junto a esta actividad de playa, los técnicos del Área de Ocio, Cultura y Deporte coordinan en julio otras actividades para participar en la ciudad. Es el caso de talleres ambientales (casetas de pájaros y conociendo la salud del río); en el Museo de la Evolución Humana (lo que nos cuentan los huesos), y una yincana urbana de localización y búsqueda mediante sistema de pistas a los participantes.