Cuando en enero de 2018, la unidad técnica de Recursos Humanos en su área de formación realiza la detección de necesidades de formación para los trabajadores del Grupo, especialmente el concierto educativo y el área ocupacional de Puentesauco, demandan una formación muy específica y practica en Apoyo Conductual Positivo. Esta demanda obedece al perfil de personas atendidas en el centro.

Desde formación se busca a uno de los ponentes mejores de España en esta competencia: buscamos una persona que tuviera experiencia y técnica: Luis Simarro Vázquez. Le respaldan los más de 25 años trabajando con personas con discapacidad intelectual y sobre todo con Autismo. Desde 2004 vinculado a la Asociación ALEPH-TEA de la que fue director técnico y fundador del equipo profesional. Tres años de cooperante voluntario en Bolivia desarrollando proyectos para personas con discapacidad intelectual, Autismo y discapacidad auditiva y actualmente ejerce como director de desarrollo profesional y familias de ALEPH-TEA, formador a familias en inteligencia emocional. Es autor del Libro “Educación y Calidad de Vida en personas con Autismo” y de otros artículos y recientemente ha publicado la “Guía de Buenas Prácticas en Cooperación Internacional y discapacidad” gracias a Plena Inclusión España y Fundación ONCE.

La acción formativa Apoyo conductual positivo pretende exponer un planteamiento de trabajo destinado a reducir el comportamiento problemático y a aumentar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual de nuestros centros.

Este planteamiento trata de reducir el comportamiento problemático respetando la dignidad de la persona, potenciando sus capacidades y ampliando las oportunidades del individuo para mejorar su calidad de vida.

Habiendo aceptado el método de trabajo de Luis Simarro, que no es otro que el enfoque de prevención, vamos a ofrecer a nuestros profesionales una alternativa eficaz al manejo de los problemas de conducta, esperando obtener, según nos dice la experiencia del docente, muy buenos resultados basados en la evidencia y en la investigación.

El pilar de este enfoque es la realización de un análisis funcional que nos ayude a comprender los factores que desencadenan y mantienen las conductas problemáticas, para después plantear diferentes estrategias de intervención, siempre desde una perspectiva positiva, basada en promover el desarrollo de habilidades y un plan de vida de la persona sobre la que se interviene.

Con más de 10 horas de formación, podemos afirmar que los objetivos de esta acción formativa cumplidos con sobresaliente han sido:

1. Conocer y recordar las bases del apoyo conductual positivo.
2. Ampliar la visión de la persona con conductas desajustadas.
3. Avanzar en el abordaje de la conducta centrado en la persona.
4. Crear las bases estratégicas para mejorar la relación y coordinación con las familias.

Podemos resumir dicha formación con las siguientes palabras claves:

1. Positivad hacia el trabajo bien hecho.
2. Nuevas posibilidades de intervención
3. Empatía, emoción y conducta