En primer lugar, desde estas líneas quiero agradecer la oportunidad que nuestra Fundación, Centro Tecnológico ITCL, tiene de colaborar con la Fundación CISA. Nuestra organización, que el próximo año celebrará el XXX aniversario, trabaja principalmente en el desarrollo de proyectos de investigación en tecnologías para la industria y en servicios tecnológicos. Hace años comenzamos a colaborar con organizaciones sociales, intentando trasladar nuestra experiencia del mundo industrial a estas organizaciones, siempre teniendo muy presente sus objetivos, y las capacidades de las personas con que cuentan. Es una satisfacción intentar ayudar a mejorar organizativamente a organizaciones donde su principal objetivo es la ayuda a las personas que la integran. En estos años hemos aprendido y recibido humanamente mucho.

En los últimos tres años hemos ayudado puntualmente a la Fundación CISA en la organización de los talleres productivos, y en otras tareas de planificación y estrategia de futuro. En este momento se plantea un nuevo reto como respuesta al modelo organizativo, y nuestra ayuda se centrará en dos líneas:

• Nueva organización de las actividades productivas y de servicios para ser capaces de responder a las nuevas demandas del mercado, donde se requieren mayores capacidades técnicas de manipulación, montaje y verificación de componentes.
• Nueva estrategia comercial y de marketing.

En la organización de actividades productivas trabajaremos aspectos como:

• Herramientas de mejora (distribución de máquinas, identificación de ineficiencias, estandarización, métodos de trabajo: definición de las operaciones, secuenciación, tiempos aproximados), nuevos indicadores de medida de los procesos, gestión visual de los talleres
• Apoyos-ayudas a trabajadores en cada puesto
• Formación a mandos intermedios
• Apoyo desde producción a comercial en preparación de nuevas ofertas

Nueva estrategia comercial. En este momento el crecimiento de la actividad de la Fundación CISA depende de la capacidad de la organización comercial, lógicamente, la parte productiva debe dar respuesta adecuada a los contratos de la acción comercial. Nuestra valoración es que las empresas de Burgos (y ocurriría igual en mercados próximos), responden bien a la propuesta de la Fundación CISA, pero en muchos casos plantean necesidades de servicios que deben estudiarse por los técnicos en detalle para organizar la producción y dar respuesta adecuada con un nivel de exigencia alto por parte de cliente.

Partiendo del plan comercial existente de 2018 donde se identifican 9 líneas de servicios, trabajaremos sobre las líneas con mayor potencial de crecimiento de actividad (ingresos y empleo):

• Análisis de clientes actuales y potenciales.
• Análisis de principales competidores.
• Ciclo de vida de cada servicio/producto.
• Fijar los objetivos de crecimiento por línea.
• Afianzar la organización comercial.
• Herramientas de apoyo comercial: Implantación de software de gestión de clientes, comunicación Institucional)
• Fijación de objetivos y controles para el personal comercial (Indicadores Comerciales/mes: nº visitas comerciales, nº oportunidades detectadas, nº ofertas presentadas, contratos cerrados). Indicadores de eficacia de ventas: Nº de Ofertas Generadas/ Nº de Visitas Comerciales, Nº de Ofertas presentadas/ Nº de Ofertas Aceptadas. €/ Ventas Aceptadas /€ Ofertas presentadas x 100 = % Efectividad

En definitiva, como resultado de estos trabajos deberíamos tener en nuestros talleres mayor capacidad para realizar una variedad de trabajos más complejos de manipulación de componentes, con secuencias de montaje bien definidas, puestos adecuados a las capacidades de los trabajadores, y sobre todo, ser capaces de responder a las nuevas demandas de los contratos, que sin duda se derivan de la importante apuesta comercial de la Fundación.

Reitero nuestro agradecimiento a Fundación CISA por poder colaborar con este proyecto.