El encuentro tuvo lugar el sábado 17 de noviembre, en uno de los centros que Aspanias gestiona en la capital burgalesa, el centro de Educación y Formación Puentesaúco, donde precisamente Aspanias atiende cada día a sus usuarios más jóvenes.

El encuentro se materializó en un taller de dos horas con “juegos colaborativos”, y la finalidad de “trabajar valores, emociones, comunicación y autoestima, de tal forma que los hermanos con y sin discapacidad cooperasen y compartieran experiencias”, señala Plena inclusión Castilla y León, promotora del encuentro a través de su servicio regional de Familias.

Lo más definitorio del encuentro es que la reunión ha estado pensada para chicos y jóvenes de 12 a 30 años. “Es la primera vez” que la Asociación realiza un encuentro con hermanos “tan jovencitos”, apunta Virginia Cámara (servicios asociativos de Aspanias). “Los participantes acabaron muy contentos, aprendieron a ponerse en el lugar del otro, a conocer a otros hermanos, a divertirse juntos, a expresar sentimientos…”, resume.

Sandra Palacios comenta “que pasamos una mañana muy estupenda en compañía de otras parejas de hermanos y aprendimos mucho sobre sentimientos recíprocos, y valores como la cooperación entre nosotros”. Y añade que de no haber hecho este taller “no hubiésemos escuchado las palabras tan bonitas que nuestros hermanos tenían para nosotros, y viceversa”, añade con entusiasmo.

Los primeros resultados de esta experiencia podrán verse en el taller de cocina para hermanos con y sin discapacidad previsto (por Aspanias) para el primer trimestre de 2019. Esta iniciativa culinaria es consecuencia de la respuesta que los hermanos- reunidos el 17 de noviembre- dieron a la pregunta “Qué es lo que más os gustaría hacer junto a vuestros hermanos”. Y la respuesta fue casi unánime: “El 90 dijo que cocinar”.