Juntos somos más
Crónica de una ruta por la Sierra


Foto: Foto de familia de la expedición Quintanar-Revenga

Estaban a punto de dar las 10:30 de la mañana del domingo cuando todos los valientes que se apuntaron a la ruta a pie entre Quintanar y Revenga, junto a nuestros amigos de la Casa Real de Carreteros, salimos del pueblo con las últimas canciones festivaleras de fondo, recordándonos que ese día terminaban las fiestas de San Cristóbal y aún había muchos jóvenes por las calles aprovechando sus últimos coletazos.

A buen ritmo, pues a muchos nos sorprendió la velocidad que son capaces de alcanzar las Vacas Negras Serranas, nos adentramos en el acogedor bosque de la Sierra. Hacía un día de sol espléndido que combinó a la perfección con la sombra de los pinos silvestres los cuales nos regalaron un paseo muy agradable amenizado además por el olor a tomillo que olía con especial intensidad como consecuencia de las lluvias de la noche anterior.

Pero no todo fue “coser y cantar” pues nos encontramos en el camino con un riachuelo que tuvimos que cruzar con cuidado de no resbalar por culpa de las escurridizas piedras y acabar la ruta con un esguince o una buena “culetada”. Afortunadamente todos los miembros de la expedición pudimos cruzar sin complicaciones y seguir nuestra travesía hacia Revenga.


Foto: Momento en el que cruzamos el riachuelo

Una vez superado el primer desafío Antonio Martín, presidente de la Cabaña Real de Carreteros, nos explicó algunas curiosidades sobre la Sierra y la forma de trabajar que tenían los habitantes de esta zona tan bonita de la provincia de Burgos que estábamos recorriendo. Es verdad que los protagonistas de esta expedición fueron los valientes participantes y las Vacas Negras Serranas, pero no sería junto no hacer mención a ‘Ares’ el perro pastor alemán y al caballo de raza percherona que también realizaron la ruta junto a los demás compañeros.


Foto: La expedición junto al perro ‘Ares’ y al caballo percherón

Después de unos momentos de merecido descanso, todos los asistentes seguimos la marcha hacia Revenga por los caminos que discurren entre los pinares de la Sierra. El día seguía siendo agradable bajo la sombra de los árboles y el cansancio no hizo acto de presencia.


Foto: Un momento de la marcha hacia Revenga

Finalmente, llegamos todos sanos y salvos a Revenga, donde nos esperaba una demostración en vivo de un corte de pino silvestre y el arrastre de los troncos por parte de las Vacas Negras Serranas y el caballo percherón hasta el centro del encuentro del ‘Día de Familias’. Es importante señalar que el árbol era un pino seco, el cual es necesario talar para favorecer el bienestar del bosque, tal y como explicó Antonio Martín.


Foto: Momento de la tala de los pinos

Como era de esperar contando con una expedición tan valiente y preparada, todos los participantes llegamos sanos y salvos a Revenga, donde pudimos disfrutar del ‘Día de Familias’ y comer el ‘Ajo Carretero’ con más ganas que aquellos que no se apuntaron a la ruta. ¡Seguro que repetimos el año que viene!

Puedes ver todas las fotografías en Facebook: Aspanias Burgos, Aspodemi de Miranda y Asamimer.