El cambio siempre conlleva cierto riesgo, pero gracias a él, evolucionamos, progresamos. Tras más de 50 años refiriéndonos a la Confederación Nacional como FEAPS e identificándola con la espiral y los colores azul y amarillo, no va a ser fácil acostumbrarnos al verde y al trébol. Con eso ya contaban los directivos de Plena Inclusión (antes FEAPS) cuando apostaron por este cambio valiente pero a la vez arriesgado.

Un cambio de marca y la posterior asimilación por parte de la sociedad no se produce de la noche a la mañana, sino que se consolida con el tiempo. Desde Aspanias, Asamimer y Aspodemi hemos querido sumarnos a Plena Inclusión porque creemos que es el futuro, que debemos evolucionar al compás de la sociedad. Así lo hemos demostrado con las acciones que hemos realizado y que desarrollaremos a lo largo del próximo año. Sin embargo, no es nuestra intención acometer un cambio radical en nuestra imagen de un día para otro. Consideramos que el cambio se debe realizar de forma controlada y mediante una transición que vincule la nueva marca a las asociaciones y con la que nuestros grupos de interés se familiaricen.

Como trabajador de Aspanias desde hace años (parte del tiempo como diseñador gráfico) me va a costar acostumbrarme a este cambio, pero me tranquiliza saber que nuestra esencia se mantiene con más fuerza que nunca. Ya no somos FEAPS, pero seguimos trabajando por los mismos principios que hace 50 años. Ahora somos verdes en lugar de azules, pero nuestra meta sigue siendo la ciudadanía de pleno derecho. Ahora tenemos un trébol en vez de una espiral, pero seguimos luchando por la inclusión social y la calidad de vida. La imagen cambia, la esencia se mantiene. Seguimos trabajando por y para las personas.