Ilusión, que aparece iluminando a los pequeños que, como tiernos infantes, sueñan y anhelan la llegada de las fiestas navideñas. Son días cargados de vivencias para los adultos que transmiten la ilusión dormida de su niñez a sus pequeños, que envuelve también en un halo de fiesta ruidosa a los más jóvenes y que finalmente reporta a los mayores la nostalgia de aquellos años, familiares y difíciles, los de las castañeras de tiro largo y gris oscuro de una pieza bajo la luz tenue de una bombilla colgante. Ilusión pendiendo de las luces parpadeantes cual estrellas que alegran nuestras plazas. La fiesta es para todos porque la ilusión es patrimonio universal aunque cada uno seamos diferentes.

Esperanza, también en Navidad, sin complejos. La época invita a la Esperanza de que un mundo mejor es posible, porque tú y tu vecino de enfrente, y el de más allá y yo, podemos hacerla realidad. La Esperanza de los más necesitados será nuestra guía en el apoyo puntual y en el mantenernos en nuestro compromiso.

Solidaridad, más que nunca, en Navidad, Si compartimos ya somos solidarios. Niños, jóvenes y adultos perciben en el ambiente, en sus relaciones familiares y sociales, la ocasión de dar, de ser solidarios y de incrementar en el Nuevo Año su granito de afecto al de al lado y a los más necesitados.

Sensibilidad, es prioritaria para disfrutar de la Navidad, cada uno con sus diferencias y sus credos, pero haciendo gala de una observación privilegiada para captar los sentimientos del amigo, para edulcorar situaciones y vivencias tristes de las personas que nos rodean, con sensibilidad, con cariño.

Entramos en tiempo navideño y deseamos que este periodo nos mime a todos con la Ilusión, la Esperanza, la Solidaridad y la Sensibilidad que nuestros hijos, profesores, amigos y nosotros mismos podremos apreciar y, sin duda, agradecer.

¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO!