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¡¡Buen Fin de Semana!!
El Observatorio de la Accesibilidad Universal nos ha dicho esta semana que el grado de accesibilidad en los centros de trabajo en España (2015) es “deficiente” o muy “deficiente”.

Sólo las grandes empresas y las que cuentan con trabajadores con discapacidad sacan una nota aceptable en cultura corporativa de accesibilidad e inclusión laboral. Si hablamos de la variable accesibilidad universal, obtienen mejores resultados los gestores de espacio comerciales y los de ocio, que las empresas del sector industrial, pymes y microempresas.

Parece que las razones que explican por qué las empresas no apuestan por la accesibilidad son varias. La baja empleabilidad de las personas con discapacidad, la falta de planificación y de una estrategia empresarial en esta materia, el desconocimiento de la legislación, la creencia de que hay que invertir grandes cantidades de dinero y la escasez en la demanda por parte de los trabajadores. Y sobre todo, porque mejorar la accesibilidad se percibe más como un gasto que como una inversión.

Lo importante –dicen los estudiosos- es que las empresas pueden mejorar su accesibilidad. Así las encuestas, concienciar y sensibilizar a las empresas para que incorporen a sus plantillas trabajadores con discapacidad son dos de los verbos que hoy organizaciones del sector y administraciones públicas deben seguir conjugando.