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Veraneando en Guardamar

El pasado 11 de agosto, llegaban a Burgos el grupo de personas de Aspanias que han participado en el turno de vacaciones que les ha llevado a Guardamar del Segura, Alicante. Para algunos (7) de ellos han sido sus primeras vacaciones con la entidad. La estancia de 11 días ha permitido pasar un trocito del verano en la costa este de España -a orillas del Mediterráneo- y disfrutar de las actividades, pueblos, paisajes y gentes de la zona.

Durante su estancia han ido a la playa y a la piscina; han hecho deporte; se han dado paseos por las cercanías; han visitado las localidades cercanas de Santa Pola y Elche (en esta última vieron el tradicional desfile en fiestas de moros y cristianos), o han salido a cenar y tomar algo. Actividades todas ellas que se llevan muy bien con esta época del año y que sintonizan con las prácticas veraniegas de otros jóvenes y adultos de su edad.

Como actividades singulares, cabría destacar las visitas al Rio Safari Elche (parque de ocio y animales) y el viaje en barca hasta la isla de Tabarca (con visión submarina).

Pero la “estrella” de las visitas realizadas a la zona ha sido el Aquopolis de Torrevieja, reconoce Blanca Ordóñez, técnico del área de Ocio, Deporte y Cultura de Aspanias, que ha viajado con el grupo (31 personas) y 6 voluntarios con distintas funciones de apoyo.

“A mí me encanta el aquapark con sus toboganes; es una pasada”, dice Borja Díez (del grupo de Guardamar), que ya ha veraneado con Aspanias otros años y que dice que para el próximo quisiera “ir a Galicia donde está mi familia”. A Borja le ha gustado la localidad de Elche “por el clima que tiene” y “donde -confiesa- no me importaría vivir”.

José Luis Gómez “Condi” (compañero de viaje de Borja) también ha traído un grato recuerdo de sus vacaciones en Guardamar, como el del “viaje en barco”. “Me ha gustado todo lo que hemos hecho y lo he pasado muy bien”. Condi pasa el resto del verano con su familia, y preguntado sobre el verano de 2017 dice que le gustaría “ir a Sevilla y a toda la zona”,

Sobre la integración, facilidades en el alojamiento y relación con otras personas en el lugar de destino, Blanca Ordóñez señala que “la acogida del personal del albergue (La Marina) ha sido muy buena”, y recuerda que un destino al que ya se ha ido en anteriores ocasiones, “por lo que existe una relación cercana” y “hemos tenido la suerte de compartir instalaciones con otros grupos alojados en el albergue, lo que ha favorecido la inclusión”.

De la misma opinión se muestra Juan López (una de las seis personas voluntarias del grupo), para quien el albergue donde han pasado estos días está adaptado a las necesidades de personas con capacidades diversas. Juan cree que el “turismo está haciendo un esfuerzo para adaptar sus establecimientos” a los requerimientos de movilidad de distintos grupos de población.

Juan es voluntario en Aspanias con la informática y en las salidas de fines de semana, pero es la primera vez que acompaña a un turno de vacaciones: “Les echas de menos, después de pasar con ellos todo el día”, dice. “Les he visto muy desinhibidos -apunta-, mientras rememora sus actuaciones estrella en el karaoke de la zona; “Con mucho desparpajo”.

Queremos desde aquí tener un grato recuerdo para Susana Benito, compañera que nos ha dejado y que ha sido el alma de estas vacaciones en las que disfrutó de lo lindo y como siempre participó y animó a todos, compañeros y voluntarios. Un recuerdo para siempre.